marzo 09,2023
La influenza aviar también conocida como gripe aviar, es una enfermedad infecciosa que principalmente afecta a las aves y que es causada por un virus de la familia Orthomyxoviridae.
Según su subtipo, puede clasificarse como de baja patogenicidad o altamente patógena, presentando diferentes síntomas en las aves infectadas. El virus de la influenza aviar de baja patogenicidad puede causar una enfermedad leve, que puede pasar desapercibida o sin la presencia de síntomas. El virus de la influenza aviar altamente patógeno, principalmente por los subtipos (H5 y H7) del tipo A, causa una enfermedad grave en las aves que puede propagarse rápidamente, produciendo altas tasas de mortalidad en diferentes especies de aves.
La mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos. Sin embargo, algunas cepas de la influenza aviar altamente patógena tienen la capacidad de infectar a los seres humanos, representando una amenaza para la salud pública.
Cuando la influenza aviar es transmitida al ser humano, los síntomas en las personas pueden ir desde una infección leve de las vías respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía grave, síndrome de dificultad respiratoria aguda (dificultad para respirar), shock e incluso la muerte.
Transmisión
La manera más común por la que el virus se introduce en un territorio es a través de aves silvestres migratorias. El principal factor de riesgo para la transmisión de aves a humanos es el contacto directo o indirecto con animales infectados o con ambientes y superficies contaminadas por heces. El desplume, la manipulación de cadáveres de aves de corral infectadas y la preparación de aves de corral para el consumo, especialmente en entornos domésticos, también pueden ser factores de riesgo.
Datos clave
La aparición de enfermedades infecciosas patógenas en los últimos veinte años y los recientes brotes de enfermedades zoonóticas han llamado cada vez más la atención del público sobre el hecho de que las enfermedades van y vienen entre especies. De los 1.415 patógenos humanos conocidos, el 61% son zoonóticos. Entre otras cosas, se calcula que el aumento de brotes de enfermedades emergentes y reemergentes del ganado en todo el mundo desde mediados de los años 90 ha costado al mundo 80.000 millones de dólares. Un factor importante en la aparición de nuevas zoonosis es el contacto más estrecho con la fauna salvaje tanto de los humanos como de sus animales domésticos, causado en particular por la creciente invasión de los hábitats de la fauna salvaje. Otros factores generales son los cambios medioambientales, la globalización de la producción y el comercio de alimentos, la adaptación microbiológica y los factores de comportamiento humano.
La globalización de los viajes y el comercio y la agilización de los intercambios de personas y productos entre países permiten una rápida diseminación de las enfermedades infecciosas desde su foco inicial. Es difícil estimar la carga que suponen las zoonosis para la salud humana, sobre todo porque las infecciones endémicas se notifican muy poco en todo el mundo. Sin embargo, es innegable que las zoonosis emergentes tienen implicaciones tanto directas (en términos de morbilidad y mortalidad) como indirectas (por su impacto en la práctica y la estructura de la salud pública) sobre la salud pública.
Respuesta de la OPS
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha elaborado un plan estratégico y operativo para apoyar a los Estados miembros en la respuesta a la gripe pandémica, basado en el plan de preparación de la OMS. La OPS tiene una larga tradición de colaboración en materia de salud y agricultura a través de la organización de la Reunión Interamericana de Nivel Ministerial sobre Salud y Agricultura (RIMSA). Cada dos años, la OPS discute acuerdos con organizaciones agrícolas como el IICA, y actividades conjuntas con los servicios veterinarios de los países para la eliminación de la fiebre aftosa, las zoonosis y la inocuidad de los alimentos. En particular, la reunión de la RIMSA, organizada por la OPS desde hace más de 20 años, constituye un foro regional único que reúne a representantes del más alto nivel de los sectores de la salud y la agricultura, junto con la participación del sector privado, para discutir temas de interés común.
El plan estratégico y operativo de la OPS para responder a la gripe pandémica incluye directrices para cada fase de la posible pandemia. En particular, incluye en la fase prepandémica las características necesarias de una evaluación de la capacidad de los países para responder a la amenaza. Esta evaluación debe contar con la participación de todos los sectores implicados en la preparación ante una posible pandemia humana, incluyendo la vigilancia humana y animal, los servicios sanitarios, la zoonosis, la agricultura, las catástrofes, la defensa civil y la comunicación.